El 6 de abril no es una fecha cualquiera en el Granada Club de Fútbol. Es el día en que el granadinismo celebra el nacimiento de un sentimiento único, el de la Eterna Lucha.
En 1931, entre serrín y olor a madera, se forjó el Granada Club de Fútbol. Una entidad que, 92 años después, está en constante crecimiento. Tanto deportivo como social.
Desde aquellos primeros años hasta el momento actual, el Club rojiblanco ha superado todo tipo de obstáculos. Pero, sobre todo, ha cumplido hasta los sueños que parecían más utópicos.
Y todo siempre con un denominador común: su gente. Una afición, la granadinista, que lleva 92 años sintiendo los colores y portando el escudo con orgullo. Un escudo en forma de bala que pisó por primera vez la élite del fútbol nacional en 1941. Que llegó a una final de Copa en 1959. Que fue temido por los demás, apodándole “el Matagigantes”, durante la década de los setenta. Que vivió épocas de penumbras y conoció los infiernos futbolísticos, de los que salió para lucir los colores rojiblancos y mostrarlos al Viejo Continente.
Recordar nuestra procedencia es esencial para ver hasta dónde hemos llegado y hasta dónde podemos llegar todavía. Porque estos 92 años son sólo el principio.
